domingo, 14 de noviembre de 2010

Te conocí hace un año

Aterrada, miraba por la ventanilla del avión. Hacía un par de horas que no se divisaba tierra. Solo una masa inmensa de agua oscura, profunda, brillante. No temía volar, temía lo que al aterrizar se podía encontrar.

No saber como enfrentarse a algo que había deseado tantos años de su vida. Como mirar algo que había visto infinidad de veces, que había escuchado, leído. Conocía tantas cosas de aquella ciudad, que ha veces se sentía ajena en su propio lugar de nacimiento.

Después de 8 horas, con el cuerpo cansado por el viaje, pero todavía más exhausto por los nervios. Tocaba pasar por la aduana. Y su primer contacto con un lugareños no fue como habría imaginado. Fue seco, hostil y poco acogedor. Pero ella pensó estoy aqui, es lo que cuenta.

Saliendo a la zona de tránsito el Karma le regaló una canción. Una canción que ahora tendría un sabor distinto. Ahora sería real, ahora sabría lo que significaba pero para ella, no solo para Frank.

Cogieron el trasporte que los llevaba al hotel. Y al salir del aeropuerto, allí estaba. Ante ella. Con sus mejores galas, imponente, glamurosa, decadente. Pero sobre todo real. Tan real como las lágrimas que intentaban brotar de sus ojos.

Pero la emoción que empezaba a surgir se volvió a esconder a la llegada a su hotel. No era lo que esperaba. Era frío, sin carisma, un lugar de paso. Un edificio impermeable, un habitáculo vacío de recuerdos de todos los que allí habitaron, independientemente de cuanto tiempo.

Ella se sintió defraudada, como si sus expectativas se hubiesen ido en el taxi vuelta al aeropuerto. Y pensó " tengo que estar aquí 15 días ". Viendo que la decepción se hacía tangible, su acompañante cogió su chaqueta, agarró su mano y la llevó a la calle.

Sin rumbo definido empezó a caminar calle a bajo, mirando el suelo, asustada de levantar la mirada y que su creciente decepción se hiciera inmensa como los rascacielos que adornaban la ciudad, que le aterraba mirar. Pero en algún momento tendría que hacerlo y vaya si lo hizo. Y la coincidencia hizo que se encontrara con uno de los edificios más hermosos de la ciudad. No solo hermoso, el rascacielos más anciano de la ciudad. Pero la edad no le había restado personalidad, sino que había ganado en carisma.

Y la decepción se convirtió en curiosidad, y a cada paso que daba en fascinación hasta llegar a el icono de la ciudad.

Allí frente a él. No tenía palabras, no sentía hambre, no sentía frío, ni cansancio. Sentía algo que había olvidado. Que había desterrado de su vida cuando aún era una niña. Sentía fe.
Sentía que los sueños no son solo sueños. Que los sueños pueden ser de metal, luz y hormigón.
Que hay algo mejor que los sueños, la realidad.

Y allí en medio de la acera, de un lluvioso sábado de noviembre ella se enamoró. La quería en la distancia, la deseaba en silencio. Y aquella noche, conociéndola solo de unas breves horas, con un primer contacto desastroso. Se le declaró y la ciudad la acogió.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Cuando los Zombies están muy vivos

No hace mucho me enteré, por esas casualidades de la vida que un canal americano preparaba la adaptación a la "Caja Tonta" de "The walking dead". Un comic de Zombies.

Intrigada y sobre todo ilusionada por ver una serie de Zombies, para mi la primera comencé a investigar. Descubrí que existía un precedente de la televisión inglesa, para mi algo descafeinada. No llegando a satisfacer del todo en mis ansias de sangre y vísceras.

Le pregúnte a "Tito google", que sabía de esta serie y me llevó a un trailer que la productora había colgado en Youtube, visto una vez conquistada para toda la vida. Prendada me quedé, prendada de sus colores setenteros, de su ligero olor a rancio, del protagonista con cara de acelga, de ese regustillo a desesperación y dejadez. Visto el avance había que saber cuando se estrenaba. Como los yankis no tienen precio a la hora de promocionar sus series, el primer episodio vio la luz la noche de todos los santos, para mi de todos los muertos santos o no.

Impaciente e ilusionada hoy por la mañana miré si nuestros amigos los Frikis ya la habían subido subtitulada en castellano, y a las cuatro de la tarde allí estaba, esperando por mi.

Me tiré en el sofá, tapada con una manta, café y le dí al play.

A los cuatro minutos y medio de haber empezado mis expectativas ya estaban cumplidas. Los primeros minutos eran una declaración de intenciones, ya sabía que no había reparos a la hora de matar y mostrar como se mata con todo lujo de detalle. Ya sabía que tendría una carga dramática más allá del latex y los muertos vivientes. Sabía que a pesar de ser una producción seria y cuidada aún había cabida para el humor y la ironía, así como para los guiños a un género tan admirado por unos y odiado por otros como es el de Zombies. En conclusión sabía que los 62 minutos restantes que me faltaban para terminar el episodio serían un viaje de lo más agradable, sabía que al terminar el episodio buscaría la promo del siguiente, algo que alimentara mis angustia hasta la próxima entrega.

Lo sabía y así sucedió, tendré que esperar hasta el día 7 para mi próxima dosis.