jueves, 21 de octubre de 2010

Mierda, si es verdad que esto me gusta

Aquel viernes cuando llegué a casa, a pesar de estar agotada, enferma y con los nervios que rascaban, me sentía como nunca me había sentido.

Me había pasado un mes rodeada de gente desconocida, lidiando con imprevistos, problemas y broncas. Trabajando horas y horas, fines de semana, con mal tiempo, mojándome y a veces con no muchas ganas de hablar, o a veces incluso respirar. Pero a pesar de que suene como una tortura, un caos lleno de hostilidad, pero un caos lleno de mágia y encanto. Sí, confirmado, realmente soy masoca.

La prueba de fuego para saber si realmente el audiovisual es mi capricho o mi deseo más anhelado. Y ohh! sorpresa es mi deseo, al mismo tiempo mi capricho y en el fondo de mis entrañas espero que mi destino. Lo que pasa es que el destino a veces es un pelín juguetón. Se está haciendo derrogar, esperar o quizás lo que desea es que yo lo corteje, como si fuera una virginal doncella. A la que tengo que demostrarle mi devoción con grandes e impresionantes hazañas. Y mi mayor demostración es la paciencia y el tesón.

Ansío que esta última experiencia sea suficiente para apaciguar mis miedos, mis temores a no llegar nunca a escribir el guión que tanto imagino, el de mi propia vida.

Intentaré que mi próxima entrada sea sobre una película y que no sea dentro de un mes, si tardo mucho es que algo emocionante y caótico a vuelto a mi vida. Ojalá.